Pedro Calthorpe, urbanista y autor de “Urbanismo en la Era del Cambio Climático”, ha trabajado en algunos de los proyectos de diseño urbano más grandes de los Estados Unidos durante los últimos 20 años, en lugares como Portland, Salt Lake City, Los Ángeles y el sur de Luisiana después del huracán. Dijo que lo mejor que pueden hacer las ciudades para mantenerse frescas es plantar árboles.
"Es así de simple." dijo Calthorpe. "Sí, puedes hacer techos blancos y techos verdes... pero créeme, es el dosel de la calle lo que marca la diferencia".
Las áreas densamente pobladas de una ciudad pueden crear islas frescas dentro de un centro urbano. Además, las aceras sombreadas alientan a las personas a caminar en lugar de conducir. Y menos automóviles significa menos gasto en costosas carreteras y estacionamientos, que no solo absorben el calor sino que también contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo.